Abu Simbel. La maravilla de Nubia.
Abu Simbel es uno de los más espectaculares templos erigidos jamás en el Antiguo Egipto y visita imprescindible en todo viaje al país del Nilo.
Aunque en este post ya os hablamos de los aspectos prácticos de cómo ir de Asuán a Abu Simbel y cómo visitar Abu Simbel desde Asuán, en este artículo os vamos a hablar de su historia y de cómo son los templos de Abu Simbel. Así, en plural, porque en realidad Abu Simbel son dos templos.
Casi al nivel de visitar las pirámides de Giza, Abu Simbel es uno de los monumentos más espectaculares de Egipto.
Abu Simbel, el gran templo de Nubia
Abu Simbel fue construido en tiempos de Ramses II, en un tiempo que el Reino de Nubia estaba dominado por los faraones egipcios.
Durante aquellos siglos, los faraones alzaron varios templos a orillas del río Nilo, a fin de afianzar su supremacía. Sin embargo, ninguno de ellos resultó tan espectacular como estos templos de Abu Simbel.
El motivo de la construcción fue conmemorar la victoria de los egipcios en la batalla de Qadesh. Fue esta una célebre batalla que enfrentó a egipcios e hititas y de la que la historia no se pone de acuerdo en decir quien la ganó en realidad.
Sea como sea, Abu Simbel formaba parte del aparato de propaganda de los faraones, de manera que no dudaron en atribuirse la victoria en la batalla.
Otra de las curiosidades de Abu Simbel es que no se trata de un templo construido, si no de un templo excavado en la misma roca. Algo poco habitual en el Antiguo Egipto. Y, además, no se trata de un templo, si no de dos.
El primer templo de Abu Simbel, el más espectacular de todos, está dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti y Ptah y al propi Ramses II, que aparece deificado. El segundo templo de Abu Simbel, que se encuentra a apenas pocos metros del primero, está dedicado a la esposa favorita de Ramsés II, Nefertari (aquí podéis leer sobre la Tumba de Nefertari, una de las maravillas de Egipto).
Una de las curiosidades de este templo de Nefertari es que en la fachada (esculpida también en la misma roca), aparecen dos figuras de Nefertari junto a cuatro de Ramsés II. Esto, de por si, no sería excepcional. Lo que sí que lo es el que el tamaño de Nefertari es el mismo que el de Ramsés II, algo poco habitual en los templos egipcios, donde la mujer del faraón solía estar representada en un tamaño bastante menor que el del faraón.
El interior de los templos de Abu Simbel.
Hay que decir que aunque la imagen típica de Abu Simbel es el de la gran fachada con las enormes figuras que representan a Ramsés II, esto es solamente una parte del templo. En este sentido, la montaña donde se construyó Abu Simbel está excavada, mostrando varias salas hipóstilas.
En el interior de los templos de Abu Simbel se representan distintas escenas donde el faraón sale vencedor en la batalla de Qadesh. A menudo, el faraón sale representado como Osiris, el dios del inframundo
En la parte final del templo de Abu Simbel encontramos lo que era la cela. Aquí, cuatro figuras representan Ra-Horajti, Ramsés II como dios, Amón y Path, el dios del inframundo.
Por su parte, el templo dedicado a Nefertiti también está excavado en su interior. En la sala hipóstila, las imágenes de la reina representada como diosa Hathor, ornamentan las distintas columnas.
Los muros de este templo están igualmente ornamentados con relieves, mostrando a Nefertiti en sus quehaceres como mujer del faraón. En la parte final, encontramos igualmente la cela, aunque en este caso las imágenes de los dioses no han llegado a nuestros días en buen estado de conservación.
El traslado del Templo de Abu Simbel
Abu Simbel estuvo a punto de desaparecer bajo las aguas de la presa de Asuán cuando fue proyectada a mediados del siglo XX.
Fue en estos momentos cuando se encomendó una campaña internacional bajo el auspicio de la Unesco, que permitió desmontar en grandes piezas el templo de Abu Simbel, para volver a ser montado a unos cientos de metros del emplazamiento original. Una tarea faraónica, ciertamente, en la que colaboraron distintas nacionalidades.
Esto ha permitido que en la actualidad, en Templo de Abu Simbel haya podido llegar a nuestros días y sea considerado como una de las construcciones más espectaculares del mundo antiguo.
Abu Simbel fue incluido en 1979 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y aunque visitar Abu Simbel desde Asuán requiera de un esfuerzo extra, os aseguro que la imagen de este templo excavado en la misma roca, es de las que no se olvidan.