Catedral de Siena. Joya del gótico toscano.
La Catedral de Siena es uno de los templos más importantes de Italia y una de las visitas imprescindibles de Siena. Se trata de una joya del arte gótico, representante del llamado gótico toscano, que tiene unas características algo diferenciadas del gótico que se estableció en otras latitudes. Por ejemplo, la profusión en el uso de mármoles, tanto en el interior como, particularmente, en las fachadas.
La Catedral de Siena es un templo construido en el siglo XIII aunque, muy probablemente, ya habría existido un templo anterior en esta localización. Está dedicado a la Asunción de la Virgen y se conoce que su maestro de obras habría sido Giovanni Pisano, natural de Pisa y uno de los mejores arquitectos y escultores del momento.
La Catedral de Siena presenta la típica planta de cruz latina, con transepto y cúpula. Además, presenta un bonito campanario.
La Catedral de Siena, ejemplo del gótico toscano.
Como decíamos, la Catedral de Siena es uno de los ejemplos más notables del gótico toscano, estilo que también podemos observar en la Catedral de Florencia, por ejemplo. Su fachada es contemporánea al resto de la Catedral de Siena, a diferencia de Santa María del Fiore de Florencia, donde la fachada es un añadido posterior. Destaca por sus mármoles de colores claros y oscuros, alternos, por sus bellas porticadas y sus curiosos glabetes triangulares que lo coronan. Sin embargo, los mosaicos de estilo veneciano que decoran el interior de estos glabetes sí que son posteriores, pues fueron realizados en el siglo XIX.
El interior es también espectacular. Como en la fachada, dominan los mármoles blancos y negros, particularmente en las columnas. Sin embargo no hay que perder detalle en la gran cantidad de obras de arte que alberga la catedral.
Estas son algunas de las maravillas de la Catedral de Siena que nadie de sebe perderse.
- El Púlpito, uno de los más bellos del gótico y que es obra de Nicola Pisano, hijo del maestro de obras.
- San Juan Bautista, una escultura obra de Donatello situada en la Capilla de San Juan.
- Capilla Chigi, en el transepto, y que alberga dos bellas esculturas del genio del barroco, Bernini: San Girolamo y Santa María Magdalena.
- Biblioteca Piccolomini. La joya de la catedral. Un anexo construido como biblioteca donde albergar la colección de libros de Pio II y que fue mandada construir por su sobrino, el arzobispo Piccolomini. Los frescos de la Biblioteca Piccolomini, tanto en los muros como en los techo de la Catedral de Siena, son francamente espectaculares.
- San Pedro y San Pablo, dos esculturas del entonces joven artista Miquel Ángel.
Como podéis comprobar, más allá de ser una de las catedrales góticas más bellas del mundo, en ella podemos disfrutar del arte de algunos de los más importantes artistas del Renacimiento italiano.
El baptisterio de Siena, otra joya de la Catedral de Siena.
Por último no debemos perdernos otra de las joyas de la Catedral de Siena. Me refiero al precioso baptisterio. Hay que rodear la catedral y entrar por la puerta existente en otra fachada. El interior es suntuoso, con una colección de frescos que se encuentran entre los más bellos del renacimiento y una pila bautismal extraordinaria y donde trabajaron artistas de la talla de Donatello o Lorenzho Ghiberti, autor de la Puerta del Paraíso del Baptisterio de Florencia.
La Catedral de Siena es una de las visitas imprescindibles de la Toscana.
Esta catedral pasa algo desapercibida y merece mucho la pena.
Así es. Siempre se habla de la Florencia y esta también merece la pena.
Una de las iglesias de Italia que más me gustan.
Y es curioso porque no es de las más conocidas.