Excursión al Desierto de Marruecos desde Marrakech en 5 propuestas.
La excursión al desierto de Marruecos desde Marrakech o Desierto de las Dunas de Merzouga supone una de las excursiones imprescindibles que no os debéis perder si visitáis Marrakech.
En realidad no se trata de visitar solamente el Desierto de Marruecos o Desierto de Merzouga si no de conocer una serie de parajes de extraordinaria belleza que se localizan en las inmediaciones de la capital cultural de Marruecos.
Debéis contar con unos tres días para poder conocer, al menos los siguientes lugares: el desierto de Marruecos con las Dunas de Merzouga, la Kasbah de Ait Ben Haddou, la Kasbah de Taourirt, las Gargantas del Dades y las Gargantas del Todra.
Para visitar estos lugares conviene disponer de un coche 4×4 o realizar la excursión con un bus adaptado que permita acceder a lugares pedregosos. La ruta trascurre por puertos de montaña y pistas y la verdad es que es de una belleza desbordante.
Estos son lugares más importantes que debéis visitar durante vuestra ruta por el Desierto de Marruecos y los alrededores.
5 VISITAS EN LA EXCURSIÓN AL DESIERTO DE MARRUECOS DESDE MARRAKECH. DEL DESIERTO DE MERZOUGA A LAS GANGANTAS DEL DADES.
1. Desierto de las Dunas de Merzouga
Conocido también como desierto de Marruecos, el desierto de Merzouga (o dunas de Merzouga) reciben el nombre de un pequeño pueblo situado a casi 500 kilómetros de Marrakech. Es por ello que para visitar las dunas de Merzouga necesitaréis de hacer una excursión de al menos 3 días desde Marrakech a fin de pernoctar en las dunas la segunda de las noches.
Estas dunas forman parte de un enorme mar de arena y dunas conocido como Erg Chebbi. Lo que encontramos en las dunas de Merzouga son decenas de kilómetros de continuas montañas de arena, en uno de los pasajes más bellos de Marruecos. Es, por tanto, una parte del desierto del Sahara, que ocupa unos 100 kilómetros cuadrados aproximadamente.
Algunas de las dunas alcanzan los 150 metros de altura, de manera que si queréis subir a lo alto de ellas será mejor que os lo toméis en calma. Eso sí, el espectáculo desde arriba es absolutamente estremecedor.
Algo que deberéis hacer es pernoctar cerca de las dunas de Merzouga a fin de disfrutar del amanecer o la puesta del sol en las dunas. Un espectáculo que jamás olvidaréis. Otra actividad que se convierte en casi imprescindible en las Dunas de Merzouga es hacer un pequeño trayecto a lomos de un camello.
2. Ksar de Air Ben Haddou
Ya sabéis que las kasbah son estos conjuntos de pueblos realizados a base de arcilla y adobe. A veces llamamos kasbah a una construcción concreta, pero a veces a toda la población, que en realidad recibe el nombre de ksur. De camino al desierto de Marruecos desde Marrakech son muchas las kasbah que encontraréis, pero la que no debéis dejar de visitar bajo ningún concepto es la Kasbah de Ait Ben Haddou. Por algo forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Ait Ben Haddou se localiza a unos 200 km de Marrakech de camino a las Dunas de Merzouga, de manera que es habitual visitar Ait Ben Haddou desde Marrakech, de camino al desierto de Marruecos.
Todo el poblado es aquí de arcilla, dando la sensación se tratarse de un decorado que se mimetiza perfectamente con la naturaleza.
Muchos de estos pueblos han quedado abandonados, pero la verdad es que el turismo ha dado una segunda oportunidad a Ait Ben Haddou, de manera que no dejéis de visitarlo, porque aunque algunos edificios están en peligro de descomposición por falta de mantenimiento, el conjunto está bien restaurado y pasear por allí es una auténtica delicia.
Por cierto, esta kasbah ha desempeñado las funciones de plató cinematográfico en varias ocasiones. Películas como Lawrence de Arabia o Gladiator han sido rodadas aquí.
3. Kasbah de Taourirt
Durante vuestra excursión al desierto de Marruecos desde Marrakech (y las Dunas de Merzouga )tampoco debéis dejar de visitar la Kasbah de Taourirt, unos 30 kilómetros más allá de Ait Ben Haddou.
Esta kasbah fue alzada en el siglo XVIII, aunque lo que podemos visitar en la actualidad corresponde al siglo XX. Su construcción se debe a Hamadi El Glaoui, auténtico señor de estas tierras.
Este verdadero palacio almenado, construido enteramente en adobe, es una auténtica proeza constructiva que no os debéis perder. Está museizado, de manera que permite conocer cómo era la vida de los señores del Atlas.
Este tipo de construcciones se construían alrededor de un patio central. En las partes bajas se ideaban los graneros y las zonas que serían ocupadas por el ganado, mientras en las estancias superiores se edificaban las zonas más palaciegas, que serían ocupados por los señores de la Kasbah.
Las ventanas, las decoraciones de la fachada, los artesonados de las habitaciones,… todo es bello aquí. La verdad es que, en su simplicidad, la decoración de la Kasbah de Taourirt es una delicia.
4. Gargantas del Dades
Otro lugar que no os debéis perder en una excursión al Desierto de Marruecos desde Marrakech son las Gargantas del Dades. Este paraje se encuentra a un par de horas de la Kasbah de Taourirt.
Esta zona es, además, un buen lugar para buscar alojamiento para seguir el día siguiente vuestro trayecto que os llevará hasta el desierto de Merzouga.
Las gargantas del Dades toman el nombre del río del mismo nombre, que ha excavado unos profundos cañones, que se abren a pico a ambos lados de la ladera. Se trata de un paisaje árido pero apasionante que está jalonado de distintos ksurs (pueblos de adobe) abandonados.
A menudo, la carretera serpentea garganta arriba, dejando el riachuelo en lo más hondo del cañón, en una imagen que se convierte en imborrable. Algo curioso en las Gargantas del Dades es la casi inexistencia de palmeras datileras, tan habituales de los oasis del desierto del Marruecos.
5. Gargantas del Todrá
Tan impresionantes como las Gargantas del Dades resultan las del Todra, otra maravilla que compite con la del Dades para ser reconocida como la más bella de las gargantas de Marruecos. Unos 80 kilómetros separan ambos parajes. En este caso, el río que ha protagonizado este milagro de la naturaleza es el Todrá.
A ambos lados de la carretera se elevan sendas paredes, que llegan hasta los más de trescientos metros de altura. Paisajes descomunales que nadie se puede perder de camino al desierto de Merzouga desde Marrakech, que a este nivel queda a poco más de 200 kilómetros.
Es habitual encontrarse a los lugareños disfrutando del paisaje, haciendo sus pícnic o, incluso, bañándose en el riachuelo. Es esta una muy buena oportunidad para hacer un alto en el camino y almorzar de camino al desierto de Marruecos.
Son estos 5 de los lugares más conocidos del desierto de Marruecos. Pero no los únicos, desde luego. Durante el trayecto hasta las Dunas de Merzouga os encontraréis pequeños pueblecitos con encanto, oasis datileros o pueblos bereberes de montaña en los que, a buen seguro, pararéis unos minutos y seréis bien recibidos por un pueblo ávido de entablar conversación con el visitante.
La excursión al desierto de Marruecos desde Marrakech es mucho más que la visita a las Dunas de Merzouga. Estoy seguro que os encantará conocerlo.