Iglesia de San Salvador de Cora de Estambul. Los mosaicos más bellos de Estambul.
La iglesia de San Salvador de Cora de Estambul es uno de los monumentos más extraordinarios de la antigua capital bizantina y que, demasiado a menudo, queda olvidado en una primera visita a Estambul.
Lejos de la plaza de Sultanahmet, donde se concentran varios de los edificios más importantes de Estambul, como la Mezquita Azul o Santa Sofía, se encuentra esta vieja iglesia bizantina que ha sido transformada en museo. Sin embargo, la iglesia de San Salvador de Cora de Estambul está considerado uno de los momentos más importantes del arte bizantino en toda su historia. Particularmente, gracias a la gran cantidad y la belleza de sus mosaicos que se encuentran entre los más extraordinarios del mundo.
Breve historia de la iglesia de San Salvador de Cora de Estambul.
En esta misma localización ya existió, previamente a la iglesia San Salvador de Cora de Estambul, un antiguo monasterio paleocristiano, cuya iglesia era conocida como la del Sagrado Corazón del Campo.
Mucho llovió desde aquel primer monasterio que fue destruido y aquella primitiva iglesia que fue reconstruida en multitud de ocasiones. Durante el siglo XI, se reconstruye por completo la iglesia de San Salvador de Cora de Estambul en forma, esta vez, de cruz griega.
Sin embargo, incluso esta iglesia sufrió vicisitudes varias durante los siguientes siglos, incluidos terremotos y saqueos. En este sentido, lo que podemos visitar actualmente de la iglesia de San Salvador de Cora de Estambul correspondería a la reconstrucción del siglo XIV.
Como muchas otras iglesias de Estambul, tras la conquista otomana ésta fue transformada en mezquita. Sin embargo, tal y como pasó con Santa Sofía, los frescos y mosaicos no fueron destruidos si no, tan solo, cubiertos con cal. Es por esto que se han podido conservar tras tantos siglos de ser utilizada como mezquita.
No fue hasta mediados de siglo XX en que la iglesia San Salvador de Cora de Estambul fue convertida en museo de los mosaicos.
La iglesia de San Salvador de Cora de Estambul y sus mosaicos.
Desde luego, el tamaño de la iglesia San Salvador de Cora de Estambul palidece en comparación al de Santa Sofía, el gran icono entre las iglesias bizantinas de Estambul. Sin embargo, nada tiene que envidiarle en cuanto a sus mosaicos.
La iglesia de San Salvador de Cora de Estambul se puede dividir en tres partes. Por delante, el nártex, que se dispone a modo de vestíbulo. Tras este, encontramos el cuerpo de la iglesia o naos. A uno de los lados, por último, localizamos una capilla funeraria, llamada paraclesión.
Los mosaicos de la iglesia de San Salvador de Cora de Estambul cubren, prácticamente por completo, el nártex de la iglesia. Sin embrago, en casi todo el cuerpo principal de la iglesia, los mosaicos se han perdido. Es en el nártex donde encontramos el mosaico que representa a Teodoro Metoquites, benefactor de la iglesia. También encontramos, en el nártex, algunos de los personajes más importantes del Cristianismo como la Virgen María, San Pedro y San Pablo o Cristo, representado en forma de Pantocrátor. Varias escenas recuerdan la vida de la Virgen y la de Jesús. Es un conjunto de mosaicos que se encuentran entre los más bellos del arte bizantino.
Come decía, en la naos se han perdido casi todos los mosaicos y el mármol es el elemento predominante. La cúpula permanece vacía; una pena. Sí que encontramos un bellísimo mosaico justo por encima de la puerta que lleva del nártex a la naos. En este caso, la escena representada es la de Dormición de la Virgen.
El Paraclesion de la iglesia San Salvador de Cora de Estambul y el Anastasis.
Al lado de la naos encontramos una capilla funeraria: el paraclesion. Se entra desde el exonárex. Aquí se encuentran enterrados Miguel Tornikes y Teodoro Metoquites, benefactor de la iglesia. Sin embargo, la obra más importante del paraclesion es el fresco de la Anastasis, que se localiza al fondo del paraclesion. En el Anastasis se reproduce a Cristo que saca a Adán y Eva de sus sepulcros. Está considerada una de las obras más importantes de la historia del arte y justifica, por sí solo, la visita a la iglesia San Salvador de Cora de Estambul.