Monumento a los Descubrimientos de Lisboa. La mejor atalaya del Barrio de Belem.
El Monumento a los Descubrimientos de Lisboa es el justo homenaje que la capital de Portugal ofrece no solo a aquellos hombres que emprendieron algunas de las mayores aventuras de la historia de la Humanidad, surcando mares y océanos en busca de nuevos continentes, si no también, a toda una época.
El Monumento a los Descubrimientos de Lisboa fue construido en 1960, momento de celebraciones de los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante, uno de los más importantes políticos portugueses que se implicó de manera especial en la aventura transoceánica lusa. Data de 1960, en época de la dictadura de Salazar.
El Monumento a los Descubrimientos de Lisboa se localiza en el barrio de Belem, a escasa distancia de dos de los monumentos más significados de la ciudad: el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belem, de manera que en una misma mañana se pueden visitar los tres.
Este monumento, de 52 metros de altura, adopta la forma de una de las carabelas que surcaban los océanos en aquel auténtico siglo de oro portugués. Algunas de las figuras más importantes de aquella Era de los Descubrimientos están representadas en el monumento, como no podía ser de otra forma. Comandándolos todos ellos, el propio Enrique el Navegante que se alza en la proa de la carabela. Enrique fue hermano de varios reyes, como Eduardo y Don Pedro, a los que apoyó en esta aventura de surcar nuevas tierras para aumentar el poder comercial de los soberanos lusos. A cambio, Enrique fue agraciado con la concesión comercial de varias de las tierras descubiertas.
Por detrás de Enrique el Navegante, a ambos lados del Monumento a los Descubrimientos de Lisboa, descubrimos las figuras de hasta 33 personajes de vital importancia en aquella Era de los Descubrimientos, como pintores, cronistas, navegantes e infantes que hicieron de Portugal una de las naciones más poderosas de los siglos XV y XVI. No pueden faltar, desde luego, las figuras de Vasco da Gama y Fernando de Magallanes, quizá los dos navegantes más grandes que jamás haya dado la patria portuguesa.
El Mirador del Monumento a los Descubrimientos de Lisboa.
Hay que saber que se puede subir a lo alto del Monumento a los Descubrimientos de Lisboa, donde existe un mirador. Desde allí se puede contemplar gran parte de Lisboa y, particularmente, del Barrio de Belem.
Abre de 10.00 a 19.00 (en invierno hasta las 18.00) y su coste es de 4 euros. Existen varias reducciones.
Desde lo alto del mirador del Monumento a los Descubrimientos de Lisboa se tiene una fenomenal perspectiva, además, de la bella rosa de los vientos construida en mosaico de mármol y que se localiza justo a los pies del monumento.
El Monumento a los Descubrimientos de Lisboa es una de las visitas indispensables de Lisboa.