Que ver en el Barrio de Belem de Lisboa.

El Barrio de Belem es uno de los más históricos de Lisboa, la capital de Portugal. Lisboa es una ciudad ideal para dedicarle un fin de semana largo o un puente. También resulta perfecta como puerta de entrada al país, antes de dedicarle una semanita entera al resto de encantos de Portugal.

Sea como sea, tanto si hacéis el viaje por vuestra cuenta como si lo contratáis con alguna agencia especializa como Voyage Privé, contad que vais a requerir un mínimo de dos días enteros para poder visitar Lisboa con algo de tranquilidad.  Además, deberéis dedicar una tercera jornada a visitar la cercana población de Sintra, convertida en excursiones imprescindibles desde la capital lusa. En este post te contaremos los lugares que hay que ver en Belem, uno de los más históricos de Lisboa.

Que ver en Belem.

Monasterio de los Jerónimos.

Es uno de los dos grandes monumentos que hay que ver en Belem y forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Este cenobio fue erigido en tiempos de Manuel I de Portugal, en plena época de los Descubrimientos. Eran momentos en que el Estado luso nadaba en la abundancia de manera que no se reparó en gastos para uno de los monasterios más bellos que se han construido jamás en Europa.

El motivo para erigir el Monasterio de los Jerónimos no fue otro que el de conmemorar el regreso de los navíos de Vasco da Gama de su ruta por la India. Hay que recordar, sin embargo, que el navegante no pudo regresar a su tierra con vida.

Para alzar este inmenso cenobio se contrataron a los mejores maestros de obra del momento, empezando por Juan de Castillo. Y el estilo utilizado no fue otro que el gótico manuelino, que toma el nombre del monarca luso, y que es una derivación del gótico, ya a las puertas del renacimiento. El gótico manuelino utilizaba todo tipo de motivos que hacían referencia al mar a fin de ornamentar los edificios.

Para sufragar el gasto de la construcción se gravaron todas aquellas importaciones que llegaban de la India con un impuesto del 5%.

Lo que más impresiona del Monasterio de Belem es el precioso claustro, de grandes dimensiones, y que además luce estupendo después de las últimas restauraciones. En este claustro de dos pisos nos encontramos con temas marítimos recurrentes así como el uso de la letra M que hace referencia a Manuel I.

Tras el claustro, hay que disfrutar de la Iglesia monástica, con sus esbeltas columnas, también decoradísimas. Debéis buscar las tumbas de Manuel I y María de Aragón. Sin embargo, la más bella de las tumbas es la de Vasco de Gama, cuyos restos regresaron a Lisboa años más tarde de su fallecimiento, aunque no ocuparon su espacio en el monasterio hasta 1880.

Monasterio de los Jerónimos de Lisboa

Torre de Belem

El segundo de los grandes monumentos que hay que ver en Belem es la Torre de Belem, otro edificio que forma parte del Patrimonio de la Humanidad y que está construido en estilo manuelino, que ya hemos visto que era el imperante durante aquella época.

La Torre de Belem se alzó a partir de 1514. Desempeñó distintas funciones durante la historia pero en cierta manera, la Torre de Belem era lo primero que veían los navegantes que regresaban a su tierra tras meses de periplos oceánicos.

En este sentido, la Torre de Belem hizo las funciones de faro y centro aduanero, aunque su diseño que asemeja las torres de homenaje de los castillos medievales recuerde más bien el de una fortaleza. Al igual que en el Monasterio de los Jerónimos, las ornamentaciones que hacen referencia a los temas marítimos se repiten sin cesar. Particularmente en las fachadas, puesto que su interior es mucho más austero.

Torre de Belém

Monumento a los Descubrimiento.

Más allá de estos dos grandes monumentos que hay que ver en Belem os llamará la atención el Monumento a los Descubrimientos, mucho más moderno, pues fue alzado en 1960.

Como su nombre indica, este monumento rinde honores a la época más legendaria de la navegación portuguesa y que llevó el país a convertirse en una potencia europea de primer orden.

En este monumento de 52 metros de altura están representados hasta 33 personajes, todos ellos históricos que se sitúan en lo que vendría a ser una carabela. Todos, encabezados por Enrique el Navegante, uno de los políticos más importantes en la historia del país y que fue de vital importancia en aquel siglo dorado luso.

Algo que no debéis perderos es subir a lo alto del monumento, pues desde allí arriba disfrutaréis de unas fantásticas vistas de todo el barrio de Belem.

Otro lugar que podéis visitar en el Barrio de Belem es el Museo de las Carrozas, que contiene una colección de carruajes realmente espectacular.

Monumento a los Descubrimientos de Lisboa

Los Pastéis de Belem.

Sin embargo, más allá de conocer los monumentos más importantes que hay que ver en Belem, no os debéis perder un establecimiento de lo más emblemático. Me refiero a la célebre Confitería Pastéis de Belem, especialmente conocida por elaborar desde hace casi dos siglos el que es una de las insignias de la repostería lusa: el Pastéi de Belem. Es decir, una tartaleta de hojaldre rellena de crema y que está deliciosa.

Aunque podéis degustar los pastéis de Belem en otras confiterías de la ciudad, lo suyo es acercarse hasta el legendario establecimiento y disfrutar del momento.

La visita a los lugares más importantes que hay que ver en Belem os llevará una mañana entera, empezando a primera hora. Eso sí, os aseguro que es un barrio maravilloso.

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