Catedral de San Basilio. ¿La Catedral Ortodoxa más bonita del mundo?
Visitar la Catedral de San Basilio de Moscú se convierte en uno de los objetivos prioritarios de cualquier turista que visite la capital rusa. Se trata de la más famosa de la catedrales de la capital rusa y es que en Moscú (y en realidad en toda Rusia) llaman catedral a cualquier gran iglesia, más allá de que sea o no la sede episcopal.
La Catedral de San Basilio de Moscú domina uno de los extremos de la Plaza Roja. Fue alzada en el siglo XVI por orden del zar Iván El Terrible. El motivo no fue otro que el de conmemorar una victoria militar. En concret, la victoria rusa sobre el Kanato de Kazan. En primera instancia se alzó una iglesia de madera. Sin embargo, bien rápidamente el Zar Iván entendió que sus hazañas eran dignas de un templo en piedra, por lo que levantó la actual Catedral de San Basilio de Moscú.
El estilo utilizado para diseñar la Catedral de San Basilio de Moscú fue de lo más original, aunque la verdad es que se desconoce con exactitud quien fue el maestro de obras que la llevó a término. Tampoco se sabe a ciencia cierta en qué se inspiró el arquitecto para dibujar este conjunto de capillas articuladas alrededor de una capilla central y coronada por un precioso conjunto de torres y cúpulas en forma de bulbo de cebolla, que no tenían parangón en la tradición rusa anterior al alzamiento de la Catedral de San Basilio de Moscú.
Pero lo cierto es que actualmente no se entendería la capital rusa sin la silueta de esta formidable iglesia donde dominan los tonos rojo-granatosos.
Cómo visitar la Catedral de San Basilio de Moscú.
Este templo forma parte de los Museos Históricos de Moscú, de manera que para visitar la Catedral de San Basilio de Moscú hay que pagar una entrada de 500 rublos. El pago debe realizarse en efectivo, en la actualidad.
Alrededor de un núcleo central iremos pasando por las distintas iglesias octogonales que se articulan a su alrededor. Cada una está dedicada a un santo y se alzó en conmemoración de alguna victoria militar. Algunas capillas están rícamente decoradas con frescos, otras son más simples, pero lo que no falta en ningún momento es la existencia de un rico iconostasio labrado en madera, tan típico de la tradición rusa. Además de 4 capillas octogonales dispuestas en los puntos cardinales se disponen cuatro más en los diagonales. Estas, con base cuboide.
La verdad es que el interior de la Catedral de San Basilio de Moscú merece la pena, aunque también es verdad que resultan bastante más espectacular sus fachadas que el interior. E incluso diría que los interiores de las distintas catedrales del Kremlin son más ricos, con frescos mucho más antiguos, que el de las capillas de San Basilio.
Si quieres saber más cerca de los distintos lugares que hay que ver en Moscú no te pierdas este post.