Visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano sin colas. El ombligo del Cristianismo.
Visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano supone algo imprescindible en 1 primera visita a Roma. En este post os contaremos acerca la Basílica de San Pedro del Vaticano y de su visita.
La Basílica de San Pedro del Vaticano, ombligo de la Iglesia Romana.
La Basílica de San Pedro del Vaticano es uno de los templos católicos más importantes del mundo, si no el que más. Se trata, además, del templo cristiano más grande que jamás se haya alzado, con una superficie interior de 2.3 hectáreas. Además, la cúpula de San Pedro, obra de Miguel Ángel, se considera una de las obras más importantes de la arquitectura mundial y es visible desde casi toda Roma.
Curiosamente, y en contra de lo que muchos visitantes creen, San Pedro de Roma no es la Catedral de Roma, sí no simplemente la Basílica más importante de la Cristiandad. La Catedral de Roma es San Juan de Letrán.
La Basílica de San Pedro del Vaticano se construyó donde, según la leyenda, se enterró al Apóstol San Pedro, de quien toma su nombre. Es por ello que desde el siglo IV han existido distintos templos en esta localización, siempre para honrar la memoria de San Pedro.
Visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano
El actual templo o Basílica de San Pedro del Vaticano se inició a principios del siglo XVI por parte del Papa Julio II. Los más importantes arquitectos del momento trabajaron en un proyecto que tardó más de 100 años en ser terminado. Aquí podremos reconocer la mano de Miguel Ángel, Bernini o Bramante, entre otros célebres arquitectos del Renacimiento y del Barroco.
Entraréis a la Basílica de San Pedro del Vaticano por una de las entradas laterales que hay en la fachada principal, de 115 metros de anchura. Esta fachada es una obra de Carlo Maderno, de principios del XVII.
En la balaustrada superior de la fachada encontraréis 13 estatuas de personajes importantes de la iglesia, incluidos, Jesucristo, San Juan Bautista y todos los apóstoles excepto San Pedro.
El interior de la Basílica de San Pedro del Vaticano es especialmente rico y majestuoso. Es evidente que no se reparó en gastos utilizando los materiales más nobles, con todo tipo de mármoles para decorar las distintas estancias.
Entre los muchos tesoros que encontraréis no podéis dejar de visitar una de las esculturas más célebres de la historia. Nos referimos a La Piedad de Miguel Ángel.
En lo arcos que separan las tres naves de la iglesia encontraréis las estatuas de las virtudes. A la izquierda, la autoridad eclesiástica, la justicia divina, la virginidad, la obediencia, la humildad, la paciencia, la justicia y la fortaleza. A la derecha, la caridad, la fe, la inocencia, la paz, la clemencia, la constancia, la misericordia y la fuerza.
No menos bellas son las esculturas de las hornacinas existentes en los pilares y que representan a 39 santos fundadores de la iglesia.
Otra de las obras de arte más célebre de la Basílica de San Pedro del Vaticano es el Baldaquino de Bernini, una joya del barroco, realizado en broce que se extrajo del Panteón de Agripa y que se sitúa justo en el crucero.
Desde el crucero no debemos dejar de admirar las estatuas que se sitúan en los 4 pilares que sustentan la cúpula. Son Santa Elena, San Andrés, Santa Verónica y San Longinos. Este último, una obra maestra de Bernini.
Desde este mismo punta queda admirar la maravillosa cúpula, una de las más increíbles que jamás se hayan diseñado y que alcanza los 136 metros de altura. La tradición de Roma manda que ningún edificio puede ser más alto que la cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Su altura es la más alta entre todas las cúpulas construidas jamás, aunque su diámetro es un pelín estrecho que el modelo utilizado por Miguel Ángel, el de la cúpula de la Catedral de Florencia. Incluso la cúpula del Panteón de Roma es algo más ancha.
Subir a la Cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Creo que ninguna visita a la Basílica de San Pedro del Vaticano sería completa sin subir a la maravillosa cúpula. Por una parte podréis ver la iglesia desde arriba. Pero lo que es más extraordinario todavía, podréis gozar de las mejores vistas de la ciudad de Roma desde las alturas, con la plaza de San Pedro a vuestros pies y, a partir de allí, toda la ciudad de Roma. Una imagen que no se os olvidará.
Para subir a la cúpula podréis hacerlo con la escalera de más de 550 escalones o con un ascensor que os acercará hasta la cúpula, para completar luego los 300 escalones que quedan.
Visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano sin colas.
Lo habitual es que para visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano tengáis que hacer unas colas tremendas. En puentes y vacaciones, las colas pueden ser de una o dos horas, de manera que os recomiendo que os arméis de paciencia.
Exactamente lo mismo pasa con los Museos Vaticanos, cuyas colas pueden llegar a ser desmoralizantes.
Sin embargo, si queréis visitar la Basílica de San Pedro sin colas, además de los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina y además con un guía de habla española merece la pena reservar una visita guiada con antelación.
La reserva no solo os permitirá visitar la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos sin colas sí no que también tendréis la oportunidad de conocer muchos detalles gracias a la guía en español. En este enlace podéis mirar los precios y reservar.
Como digo, visitar la Basílica de San Pedro del Vaticano es una de las experiencias que nadie se puede perder en Roma. Y si es sin colas, mucho mejor.